¿Quién usará nuestro proyecto? ¿Cómo cambiará su vida? ¿Cubrirá la necesidad para la que ha sido creado? ¿Qué forma tendrá?… Éstas y muchas preguntas son las que, a lo largo de este primer mes del año, nos hemos hecho alumnos y profesores a la hora de prototipar nuestro proyecto. Ha llegado el momento de ponernos manos a la obra, dejar de lado las palabras, sacar a la luz el creativo que todos llevamos dentro y dar forma a todas nuestras ideas.
Los pequeños emprendedores que llenan nuestras aulas han ido poniendo cara a sus posibles usuarios, han creado pequeñas historias (storyboard) en las que relatan un día en la vida de las personas que han accedido a su producto o servicio y finalmente han materializado eso que antes parecían sólo sueños, porque los sueños muchas veces se hacen realidad.
Con esa ilusión y ese miedo con el que nos enfrentamos a la hora de poner nombre a nuestras ideas, se han adentrado en el mundo de los collage, del reciclaje, del visual thinking y el cómic para elaborar sus storyboards. Todo ello poniendo en práctica esas cualidades que toda persona, sea o no emprendedor, se intenta potenciar: creatividad, iniciativa, responsabilidad, asunción de riesgos, búsqueda de oportunidades, persistencia,…
Esto es sólo el principio de una aventura que se presenta emocionante y maravillosa, en la que el trabajo en equipo jugará un papel principal y en el que cada uno de sus miembros será protagonista.
Dácil González
Tutura y profesora de matemáticas del colegio Alameda de Osuna
Visita su web: dacilmatematicas.com
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