Por Santiago Nistal
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Este miércoles 8 de marzo celebramos el Día de la Mujer y nos gustaría abrir una reflexión sobre dos temas que afectan mucho al futuro de las niñas y mujeres: su educación y la reducción de la brecha de género en ciencia y tecnología. Partiendo de una premisa muy sencilla: para que la humanidad progrese necesitamos de todo el talento posible y para ello, las niñas no pueden quedar descolgadas de cualquier parte de la educación y, por supuesto, no podemos permitir que la elección de una carrera dependa del género.
Ciencia y Tecnología en femenino
Durante la semana del 13 de febrero, Fundación Créate colaboró con la Universidad Carlos III de Madrid, dentro del marco del día la Mujer en la Ciencia, en un proyecto llamado “Ciencia y Tecnología en Femenino”, por cuarto año consecutivo. En ese proyecto tratamos, no solo de visibilizar la historia de las científicas más importantes, si no también que conozcan las mujeres que hoy en día trabajan dentro del Parque Científico-Tecnológico de la Universidad Carlos III en Leganés y que las alumnas de secundaria tengan siempre presente la opción de la ciencia y la tecnología como una puerta de su futuro.
Ya hemos hablado en otras ocasiones de la enorme brecha de género que tenemos en este aspecto a nivel universitario, citando estudios de Naciones Unidas:
“Solo 17 mujeres han ganado el Premio Nobel de física, química o medicina desde que Marie Curie lo obtuvo en 1903, en comparación con 572 hombres. Actualmente, solo el 28% de todos los investigadores en el mundo son mujeres. Estas diferencias tan grandes, esta desigualdad tan profunda, no se dan por casualidad. Son demasiadas las niñas que se ven impedidas de avanzar por causa de la discriminación, los sesgos, las normas sociales y las expectativas que impactan la calidad de la educación que reciben y las disciplinas que estudian. La falta de representación que afecta a las niñas en las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM por sus siglas en inglés) está profundamente enraizada y frena su progreso hacia el desarrollo sostenible”
Cracking the code: Girls’ and women’s education in science, technology, engineering and mathematics (STEM). Publicado en 2017 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
Referentes y educación
Desde hace varios años hemos mejorado mucho en estos datos, pero se aprecia un cierto estancamiento que nos lleva a reflexionar sobre las acciones que hacemos con las alumnas que todavía no han llegado a la universidad, centradas en:
- Tener presentes en libros ejemplos de mujeres científicas.
- Organizar eventos en fechas importantes para poder visibilizar este problema.
¿Es suficiente eso? Creo que no. Estamos tratando de atajar un problema estructural con una solución anecdótica. Por lógica, deberíamos tener un reparto equitativo sobre cualquier carrera o estudio, o incluso con mayor presencia femenina, dado que tenemos más mujeres que hombres en estudios universitarios, pero no es así. Incluso en la Formación Profesional las diferencias en los estudios mecánicos o tecnológicos son aún mayores, por tanto:
- O bien, ellas no se sienten llamadas por estas carreras.
- O estamos creando un sesgo en algún momento de su educación básica que causa el efecto anterior.
Para ello, debemos entender que hay una complejidad especial en la educación de las niñas, heredada por la historia, en palabras de Eva García Redondo:
“La atención, todavía escueta, que se viene prestando a la educación de las niñas está marcada por un fuerte sentido de necesidad, a la vez que de complejidad. Las circunstancias y contextos que envuelven a su género, a nivel familiar, social, político y religioso, resultan determinantes en el diseño y desarrollo de propuestas pedagógicas. (…). Siendo así, reflexionamos en torno a las causas que llevan al colectivo a ser considerado vulnerable y, por ende, prioritario en el devenir de estrategias educativas, a la vez que ofrecemos diversas experiencias que, asentadas sobre preceptos, datos y lógicas ofrecidas por organismos supranacionales (unesco, unicef…), pretenden arrojar luz para romper con la invisibilidad que, aún a día de hoy, sigue mostrando el colectivo a nivel educativo en muchos contextos.”
García Redondo, E. (2020). La educación de las niñas desde una perspectiva global. Contextos, reflexiones y experiencias. Aula: Revista de Pedagogía de la Universidad de Salamanca, 26, 27-40. https://doi.org/10.14201/aula2020262740
Estrategias de reducción de la brecha de género
Por tanto no podemos desarrollar estrategias de reducción de brecha de género en ciencia y tecnología sin tener en cuenta factores importantes:
- Han de ser estructurales, teniendo en cuenta todos los aspectos de la educación de las niñas.
- Han de ser de largo recorrido, comenzando lo antes posible, incluso en educación infantil.
- Teniendo en cuenta la coeducación: no se trata de avanzar si sus compañeros, sino con ellos.
- Radicalmente innovadores en la forma de trabajar en el aula.
Si tenemos en cuenta el primer concepto. Estas estrategias funcionarán mejor si son transversales, implicando a varias asignaturas. En este caso tenemos el concepto tan anglosajón, pero muy válido, de STEAM (Science, Technology, Engineering, Arts and Mathematics). De esta forma conseguimos que los alumnos y las alumnas encuentren marcos que les interesen más allá del apretado corsé de una asignatura. Si puedo trabajar las matemáticas desde perspectivas como la física, la programación, el diseño o la música… por poner un ejemplo, funcionará mejor.
En cuanto a la idea de largo recorrido, estamos llegando tarde. No podemos enganchar a nuestras alumnas en secundaria, si no en primaria (¿Y por qué no en infantil?) Hoy tenemos aulas tecnológicas en muchos centros que están desaprovechadas como aulas de informática o solo usadas por unos pocos cursos… Hagamos de ella un lugar donde resolver problemas, buscar información e incluso jugar no esté prohibido.
La coeducación es fundamental: educamos por y para la vida. Y en nuestra vida vamos a convivir hombres y mujeres. Trabajar en equipos multidisciplinares con alumnos y alumnas es especialmente enriquecedor. Ya explicamos en un post anterior como dentro de los ABPs tecnológicos ellas asumen roles de liderazgo mientras que en el trabajo individual suelen pasar más desapercibidas. También ellas tienen la posibilidad de crear soluciones tecnológicas y no encontrarlas desarrolladas, con ese paradigma que tenemos de la “masculinización de la tecnología”, especialmente visible en los videojuegos, por ejemplo, una de las mayores industrias de nuestra época.
Innovación educativa
La innovación ocupa una parte fundamental de la educación hoy en día. Pero no olvidemos que innovar es estar siempre activos en la observación y en la medición de los resultados. Si nuestra innovación no se mide, no sabemos si estamos teniendo éxito. Podemos estar promoviendo aprendizaje significativo, aprendizaje y servicio, evaluaciones dobles, ABPs… pero de nada sirve si al final no medimos los resultados, sus impactos y sus éxitos o fracasos. Pero es evidente que las alumnas se implican más en STEAM cuando usamos esos recursos innovadores, esas formas de hacer la clase diferentes, aunque no por ello renunciar a los conocimientos necesarios de cada asignatura. Quizá la clave es que se pueden sentir protagonistas creando soluciones, desarrollando tecnología y colaborando con sus compañeros y compañeras que todos queden satisfechos con el resultado final. La suma de todos es mayor que la suma de sus individualidades.
En Fundación Créate llevamos desde 2011 desarrollando programas en los que estos procesos se hacen presentes. En PlayingCODE, nuestro programa más tecnológico, no solo tratamos de desarrollar proyectos de una forma innovadora y gamificada, también buscando que los estudiantes comiencen su encuentro con la tecnología lo antes posible y que puedan trabajar de una manera transversal. Os invitamos a que lo conozcáis. Los resultados que hemos tenido han mostrado un crecimiento espectacular de las niñas implicadas en STEAM en sus centros. Naturalmente, es el trabajo de sus profesores lo que ha permitido esta mejora, pero nos alegramos haber sido una herramienta más a su servicio.
Que ellas sigan programando, construyendo, diseñando, inventando… creando.
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