Los dos próximos posts de esta semana los vamos a dedicar a mostraros la experiencia que están teniendo docentes del centro Alameda de Osuna en la fase del programa en la que los chicos empiezan a darle forma a su ideas. Para ello uno de los pasos más importante es ver a quién se dirige el proyecto, quiénes van a demandar el producto o servicio que los chicos están imaginando.
Este primer post lo escribe Belén Elzaguirre, profesora de Arte de este centro. En él, paso a paso, nos cuenta cómo ha ido estructurando las sesiones y qué resultado ha ido obteniendo. Es un ejemplo muy ilustrativo de cómo los docentes llevan a cabo el programa Creamos nuestro proyecto en las aulas. Os invitamos a verlo, compartirlo y a continuar en el post del próximo lunes donde Dácil González, tutora y profesora de este mismo colegio, nos trasnmite una bonita reflexión sobre esta etapa.
Sesión 10: ¿Quién es nuestro cliente?
Durante dos sesiones consecutivas los equipos se cuestionan ¿quién es su cliente?
Con la intención de que los alumnos visualizaran mejor la dinámica de la actividad, elegí a modo de ejemplo un producto que actualmente existe y creé un collage y un storyboard tal y como se indica en cada sesión.
Sesión A:Elaboramos un collage
Cada equipo tenía que crear un collage sobre su cliente con recortes de revistas. La actividad se desarrolló sin problemas y los alumnos comenzaron a cuestionarse preguntas interesantes sobre sus productos. Recortaron todo tipo de posibles clientes y de objetos y a continuación realizaron la selección. Además de las fotos añadieron datos relevantes e incluso algunos eslóganes con rotuladores de colores. Como se puede ver en las imágenes utilizaron muchas revistas por grupo y rotuladores de colores.
Sesión B: Elaboramos un storyboard
Tenían que realizar un storyboard contestando gráficamente cuatro preguntas: ¿qué necesidad cubre?, ¿dónde se puede alquilar o comprar?, ¿cómo se utiliza? y finalmente ¿cuál es el resultado? Cómo los grupos son bastante numerosos, decidí variar la dinámica de la actividad con la intención de que todos participaran por igual aportando ideas.
Después de mostrarles mi ejemplo, les comenté que primero dialogaran en grupo las preguntas y que las intentaran visualizar. A continuación cada grupo lo dividí en cuatro de modo que cada dos o tres alumnos dibujasen una pregunta y al finalizar la sesión hicieran una puesta en común pegándolos todos en una cartulina. Aunque a algunos grupos les costó realizarlo por miedo a no saber dibujar, ¡la mayoría terminó con éxito!
Belén Elzaguirre, profesora de Arte del Colegio Alameda de Osuna
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