
Camille Manyenan Nodjita, ojos grandes, mirada fresca, llena de ternura e inteligencia, de esa que se lleva dentro, forjada a través de la experiencia. Nos visita hoy en las oficinas de la Fundación. Al igual que muchos centros de la Comunidad de Madrid, pone en práctica el programa Creamos nuestro proyecto en las aulas de una escuela Jesuita del Chad, Collège Saint François Xavier. Allí educan a chicos y chicas de secundaria, cuya realidad dista enormemente de la de nuestros jóvenes en España. Pero África, aunque es un continente lleno de contradicciones, es también una tierra llena de ilusiones. Y es que ellos ya tienen su primer proyecto, El Sueño de Nora, un proyecto de un grupo de música que nos hace ver cómo en medio de una escasez de recursos tan grande, los jóvenes pueden soñar en que un mundo mejor es posible y luchar por ello.
Primeros pasos
Había venido de visita a España en primavera del año pasado. Al compartir con antiguos compañeros y amigos en España lo que estoy desarrollando en el Chad y mi preocupación de cómo acompañar algunos chicos que tienen bastantes problemas, ellos me hablaron de la Fundación Créate.
En unos días pude reunirme con Margarita y con Isabel, ambas a cargo del proyecto de la Fundación, quienes me explicaron el funcionamiento del programa y la posibilidad clara de introducirlo allí.
Me volví al Chad ilusionado y en septiembre ya estaba invitado a la formación de profesores de los colegios participantes en Madrid. En octubre ya tenía en marcha la formación de mis profesores en el Chad, a quién intenté transmitirles todo lo que había aprendido.

Lo que le enamoró
Lo más importante a priori fue ver el protagonismo que van a jugar los chicos dentro de este programa. Si aprenden a ser protagonistas, a lo mejor también lo podrán aplicar fácilmente en su vida real, participando activamente en la sociedad.
Estamos hablando de una cultura en la que los chicos no siempre se atreven a muchas cosas ya que las tradiciones chadianas reprimen bastante, coartan la creatividad y esto les impide salir adelante. Sin embargo innovar es muy importante.
Cuando salí de mi formación en septiembre me di cuenta que esto también se puede unir a mi espiritualidad, ya que, al igual que en nuestra oración, los chicos observan y meditan la realidad de su entorno; en el programa después se permiten soñar qué pueden mejorar. Así que hablar de este proyecto es hablar del sueño que se puede despertar en los chicos.
En mi experiencia, desde septiembre, no sólo sueño cuando duermo, sino sueño cuando camino, cuando trabajo y eso es lo fundamental para mí, si puedo soñar mientras trabajo entonces la ilusión es una constante en el camino.
Conseguir introducir el programa
Cuando presenté a la dirección el proyecto no fue fácil. Lo propuse y lo aceptaron, pero con bastantes matices, porque era algo nuevo. Había muchas preguntas: ¿Quién es este? ¿Para qué y porque? ¿Con quién?
En el Ministerio yo les presenté el proyecto en la línea de la necesidad que tienen los chicos de abrirse a otras experiencias y despertar en ellos la creatividad. Esto al Ministerio le interesa porque el sistema francés es bastante teórico así que cuando ven que en este proyecto hay cosas prácticas que los chicos puedan hacer. También les transmití que el programa es un lugar de aplicación de todo lo que van aprender. Les entusiasmó. ¡Lo aprobaron!

Adaptar el programa a la realidad del Chad
En septiembre tuvimos la primera reunión con los profesores y los formadores, para explicar a los profesores cómo íbamos a introducir el proyecto. A los formadores les pareció muy buena la idea. Se sienten orgullosos de hacer algo nuevo.
Los profesores vieron claramente que dado el ritmo de los chicos, sería muy difícil que ellos lleguen a asimilar y entender el proceso y si queríamos que esto sea una buena experiencia, un curso no era suficiente así que el objetivo es que se realice el programa en dos cursos.
Esto significa que el primer trimestre, de septiembre a diciembre, se ha dedicado sobre todo a la formación de los formadores. Al mismo tiempo, nos reunimos cada semana con unos 300 chicos en el patio del colegio y vamos introduciendo el programa, hablándoles, por ejemplo, de las cualidades del emprendedor.
Antes de las vacaciones presentarán delante de los profesores. Ahí podremos realizar una evaluación. Tendremos ideas claras a finales de septiembre y sabremos qué grupos podrán exponer en el mes de enero.
Intentamos que sea un momento lúdico, bastante relajado. Y así que los chicos empiezan a entender el programa como algo en el que “no tienen que hacer deberes”

Los chicos de Collège Saint François Xavier
La sociedad cotidiana del Chad tiene muchas contradicciones, la experiencia que tengo del colegio es que la mayoría proceden de un ámbito bastante pobre, por no decir de mucha pobreza. Se dice que el que come cada día es un pobre aceptable, pero es que hay gente que no come. Los chicos de la escuela vienen con bastantes dificultades, eso lo notas en los descansos porque nadie va a comprar algo de comer y eso te da una pista que no tienen ni para comprar un trozo de pan.
Cuando creamos el colegio los que vinieron primero fueron los más necesitados y no costaba nada. Ahora la matrícula anual como 130 euros pero más de la mitad no pueden pagarlo, y ya al final del año, hay como un mínimo de 30 que no pagan hasta la mitad.

Aportación del programa
El programa aporta sin ninguna duda. La situación del pobre es: ahora soy pobre pero no sé cómo voy hacer. Dada la situación en África hay mucho pesimismo en la sociedad y esto se transfiere a los chicos. Sin embargo, con el programa aprenderán a comprometerse diciendo: puedo salir de esta situación, depende de mí, puedo ser un poquito creativo e imaginarme una nueva situación.
Aunque no tengan posibilidad de ir más allá de la secundaria, tras el programa quizás se encuentren mejor en la sociedad creando pequeñas cosas, saliendo adelante con lo mínimo aprendido.
Si todo el mundo sale por la mañana de sus casas y se queda ahí frente a ella, quejándose que su presidente no hace nada, que no hay lluvia, que no hay escuela. Sin hacer nada, la situación no cambia. Sin embargo, si el chico dice no hay lluvia, no hay educación y se pone a caminar entonces, sin duda, encontrará una solución.
+info:
Canal en You Tube https://www.youtube.com/user/Collegejesuite
El Collège Saint François Xavie En Antena 3
El sueño de Nora: https://www.youtube.com/watch?v=RTNVI6yHuu0
Web: http://edutchad.com/
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