MOOC responde a las siglas de massive open online course o lo que en castellano significa «curso en línea masivo y abierto». Se dice que estos cursos tienen carácter masivo porque las plazas suelen ser ilimitadas y en línea.
Los MOOC utilizan plataformas educativas digitales para ofrecer formación de una manera diferente a los cursos que tradicionalmente encontrábamos en internet.
Estos cursos se diferencian de los cursos e-learning tradicionales en que no se interactúa directamente con el profesor, ya que en los MOOC hay apoyo de la comunidad y los contenidos se exponen según avanzamos en el tiempo. Los MOOC son entornos abiertos, donde los contenidos se comparten públicamente y donde se genera debate a partir de ellos.
Los MOOC han sido una de las grandes revoluciones educativas de principios del siglo XXI, ya que estos cursos son gratuitos y, en muchos casos, proceden de las universidades más prestigiosas del mundo. Por otra parte, gran parte del conocimiento que se crea se hace desde comunidades discursivas (entre los propios participantes del curso), lo que determina que se construya el conocimiento de forma colectiva a través de personas que pueden estar en lugares físicos muy alejados.
A pesar de que este tipo de cursos resulta atractivo, la realidad es que tienen un índice de abandono muy alto. Los alumnos no saben cuánto tiempo van a tener que dedicarle y no siempre tienen claro los contenidos de los mismos. También, al ser cursos masivos es difícil que se adecuen al nivel de todos los participantes.
Para conseguir que un mayor número de alumnos terminen los cursos debemos plantearnos si la información inicial que ofrecemos es completa y se ajusta a la realidad. También podemos reflexionar sobre si debemos hacer una inscripción abierta a todo el mundo o ajustarla al público objetivo de nuestro curso.
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